
Entre uno y cuatro años de prisión es la condena a la que se enfrenta Pablo Bouzas González, alias ‘El Castiñeiras’, un vilagarciano de 24 años que reconoció haber atropellado mortalmente a Manuel Abalo Moraña, de 23, durante la madrugada del sábado 11 en un paso de peatones situado en la Avenida da Mariña de Vilagarcía frente al Parque Miguel Hernández.
En su declaración en la Comisaría de Policía, mantuvo que no se encontraba bebido, aunque este extremo es imposible de verificar porque huyó tras el suceso, y fue detenido en la tarde del martes, cuando circulaba a los mandos de su coche por la Avenida de Cambados de Vilagarcía.
Entre ambos episodios, tuvo tiempo para desplazarse hasta una localidad situada en el Norte de Portugal, donde dejó el Audi A-4 de su madre -y asegurado a todo riesgo- para que lo reparasen, con la finalidad de eliminar los rastros de la tragedia.
Entre los vestigios hallados en la escena del siniestro figuran varios pedazos de la defensa y un espejo retrovisor, que encontraron los agentes de la Policía Local a unos cincuenta metros del lugar donde fue arrollado Manuel Abalo Moraña.
Esta dato permite concluir a los investigadores que Pablo Bouzas podría circular a una velocidad de 100 kms./h., que sería el doble de máxima permitida. De ser así, se sumaría un agravante, y entonces la pena sería, como mínimo, de dos años y medio, por lo que no podría evitar la prisión
La determinación de un conocido de Pablo Bouzas, aportando pistas, fue determinante en el esclarecimiento del caso. El Cuerpo Nacional de Policía también subrayó en un comunicado la intensa colaboración ciudadana para identificar el vehículo y localizar y detener a su copnductor y la coordinación mantenida en todo momento con los agentes de la Policía Local.
(Fuente: Fernando Salgado, Diario de Pontevedra)
En su declaración en la Comisaría de Policía, mantuvo que no se encontraba bebido, aunque este extremo es imposible de verificar porque huyó tras el suceso, y fue detenido en la tarde del martes, cuando circulaba a los mandos de su coche por la Avenida de Cambados de Vilagarcía.
Entre ambos episodios, tuvo tiempo para desplazarse hasta una localidad situada en el Norte de Portugal, donde dejó el Audi A-4 de su madre -y asegurado a todo riesgo- para que lo reparasen, con la finalidad de eliminar los rastros de la tragedia.
Entre los vestigios hallados en la escena del siniestro figuran varios pedazos de la defensa y un espejo retrovisor, que encontraron los agentes de la Policía Local a unos cincuenta metros del lugar donde fue arrollado Manuel Abalo Moraña.
Esta dato permite concluir a los investigadores que Pablo Bouzas podría circular a una velocidad de 100 kms./h., que sería el doble de máxima permitida. De ser así, se sumaría un agravante, y entonces la pena sería, como mínimo, de dos años y medio, por lo que no podría evitar la prisión
La determinación de un conocido de Pablo Bouzas, aportando pistas, fue determinante en el esclarecimiento del caso. El Cuerpo Nacional de Policía también subrayó en un comunicado la intensa colaboración ciudadana para identificar el vehículo y localizar y detener a su copnductor y la coordinación mantenida en todo momento con los agentes de la Policía Local.
(Fuente: Fernando Salgado, Diario de Pontevedra)