La celebración del juicio está pendiente de que se dilucide si se encargará un jurado o un juzgado de lo Penal
Dentro de apenas dos meses se cumplirán dos años desde que el joven Manuel Abalo perdía la vida en un paso de peatones de la avenida de A Mariña, en Vilagarcía. Cruzaba la calle en compañía de unos amigos cuando fue arrollado por un vehículo cuyo conductor se dio a la fuga. Se trataba, supuestamente, de Pablo Bouzas, González, alias Casti, que contaba entonces 24 años y que regresaba de la movida de Cambados conduciendo un Audi A4.
El fiscal ha solicitado cuatro años de prisión para Bouzas por el atropello que causó la muerte de Abalo. Considera que se produjo un homicidio imprudente y, además de esa petición de una pena de cuatro años, propone la privación de conducir cualquier vehículo durante seis años, así como el decomiso de su coche y el pago de las costas.
Por su parte, la acusación particular eleva la petición a una pena de doce años y siete meses de prisión, puesto que estima que hubo homicidio doloso. Solicita además otros cinco años por un delito contra la seguridad vial, la privación del permiso de conducir durante diez años y dos multas. En todo caso, esta petición podría variar en función del tribunal que encause finalmente el caso.
Efectivamente, la celebración del juicio está pendiente, según confirmaba ayer el abogado de la acusación, Gumersindo Paz, de que se determine si se encargará de juzgar esta causa un jurado popular o la sala de lo Penal de la Audiencia Provincial. Una vez que se tome una decisión al respecto se señalará el juicio y la acusación concretará su petición de pena.
Los hechos sucedieron el domingo 11 de mayo del año 2008 a las seis menos cuarto de la mañana. Tras huir en un primer momento, el autor confeso del atropello fue detenido el lunes por la Policía Nacional en el centro de Vilagarcía. Conducía otro automóvil de su propiedad y reconoció a los agentes que era él quien pilotaba el Audi A4, que pertenecía a una de sus tías. El joven aseguraba que viajaba solo y que no había consumido alcohol ni sustancias. Según concluía entonces la investigación, Bouzas habría pasado el domingo en su casa hasta que al caer la noche encendió de nuevo el Audi y lo llevó hasta Portugal, ocultándolo en un taller entre Valença y Viana.
Todas estas circunstancias serán analizadas dentro de algunos meses en el juicio en el que se debe determinar la responsabilidad de Bouzas en los hechos que acabaron con la vida de Manuel Abalo.
Dentro de apenas dos meses se cumplirán dos años desde que el joven Manuel Abalo perdía la vida en un paso de peatones de la avenida de A Mariña, en Vilagarcía. Cruzaba la calle en compañía de unos amigos cuando fue arrollado por un vehículo cuyo conductor se dio a la fuga. Se trataba, supuestamente, de Pablo Bouzas, González, alias Casti, que contaba entonces 24 años y que regresaba de la movida de Cambados conduciendo un Audi A4.
El fiscal ha solicitado cuatro años de prisión para Bouzas por el atropello que causó la muerte de Abalo. Considera que se produjo un homicidio imprudente y, además de esa petición de una pena de cuatro años, propone la privación de conducir cualquier vehículo durante seis años, así como el decomiso de su coche y el pago de las costas.
Por su parte, la acusación particular eleva la petición a una pena de doce años y siete meses de prisión, puesto que estima que hubo homicidio doloso. Solicita además otros cinco años por un delito contra la seguridad vial, la privación del permiso de conducir durante diez años y dos multas. En todo caso, esta petición podría variar en función del tribunal que encause finalmente el caso.
Efectivamente, la celebración del juicio está pendiente, según confirmaba ayer el abogado de la acusación, Gumersindo Paz, de que se determine si se encargará de juzgar esta causa un jurado popular o la sala de lo Penal de la Audiencia Provincial. Una vez que se tome una decisión al respecto se señalará el juicio y la acusación concretará su petición de pena.
Los hechos sucedieron el domingo 11 de mayo del año 2008 a las seis menos cuarto de la mañana. Tras huir en un primer momento, el autor confeso del atropello fue detenido el lunes por la Policía Nacional en el centro de Vilagarcía. Conducía otro automóvil de su propiedad y reconoció a los agentes que era él quien pilotaba el Audi A4, que pertenecía a una de sus tías. El joven aseguraba que viajaba solo y que no había consumido alcohol ni sustancias. Según concluía entonces la investigación, Bouzas habría pasado el domingo en su casa hasta que al caer la noche encendió de nuevo el Audi y lo llevó hasta Portugal, ocultándolo en un taller entre Valença y Viana.
Todas estas circunstancias serán analizadas dentro de algunos meses en el juicio en el que se debe determinar la responsabilidad de Bouzas en los hechos que acabaron con la vida de Manuel Abalo.